miércoles, 19 de septiembre de 2012

SHILA




DEDICADO A MI GRAN MASCOTA, MI PERRITA SHILA Y EN ESPECIAL A SU MEJOR AMIGO, MI PADRE DESI


SHILA ENCUENTRA FAMILIA 


Hace ya algunos años nacieron cinco perritos, tres hembras y dos machos. Todos ellos eran preciosos, de pura raza, de color marrón oscuro y con pequeñas manchas blancas, Bracos Alemanes. Sus padres eran muy buenos cazadores. 

Los cinco perritos crecían y vivían  junto a su mamá en un reducido espacio. Tan solo los alimentaban una vez a la semana, lo que hacía que los perritos compitieran por su comida.

Poco a poco, uno a uno, los perritos fueron separados de su madre. Hombres dedicados a la caza los adoptaron. A todos, menos a una perrita, que estaba muy asustada. Y, siempre que venía un cazador a adoptar, se escondía bajo su mamá. Hasta que un día llego un cazador, llamado Desi, que decidió adoptarla. 


La perrita estaba cada vez más asustada, pues nunca antes se había separado de su madre. Durante meses había vivido en el mismo lugar, pero ahora le tocaba descubrir sitios nuevos.

Desi la subió  a un vehículo extraño  llamado coche. Durante el viaje, el pequeño animal no paraba de ver cosas raras, pero estaba tan asustado, que no se atrevía a moverse o a ladrar. Casi no tenía valor ni para respirar. De repente, el coche se detuvo. Desi bajó del coche  a la perrita. Quería que subieran unas escaleras, pero el miedo la paralizaba. Así que su dueño la cogió en brazos. Al llegar a casa, dos mujeres y un hombre la recibieron; se trataba de la mujer y los hijos de Desi. 
La hija gritó entusiasmada: “¡Un perro!” 

Desi había adoptado a la perrita para regalársela a su hija por su cumpleaños. 
Aquel grito desconcertó mucho más al pequeño animal. Ver a tanta gente a su alrededor le asustaba muchísimo, y no paraba de temblar. Todos empezaron a acariciarla con cariño. Ella se encontraba feliz por el amor que recibía; pero se sentía confusa, totalmente desconcertada. Aunque, de repente, comenzó a sentir algo nuevo para ella: se sentía feliz y querida. Empezó a darse cuenta de que tenía una familia.


SHILA TIENE NOMBRE

Elegir un nombre para una mascota  nunca ha sido tarea fácil.  Y en este caso, no fue una excepción. Desi y su familia no se ponían de acuerdo. Desi quería ponerle un nombre con fuerza, ya que la perrita iba a ser una gran cazadora y además era muy hermosa, fuerte y lista. Le gustaba el nombre de Xena, la princesa guerrera. Su hija, en cambio, quería ponerle un nombre como Sombra por su color oscuro, o Cleo, haciendo referencia a Cleopatra, reina de Egipto. 

Así, durante algún tiempo, el nombre de la perrita fue Cleo para su hija y su mujer, y Xena para Desi y su hijo. 

Con tanto nombre, la perrita estaba a punto de volverse loca y no respondía a ninguno.  Por eso, Desi y su familia decidieron buscar un nuevo nombre. Querían llamarla como a la hermana de Heman, el máster del universo, y le pusieron Shila. Pero no fue hasta un año más tarde cuando descubrieron que la hermana de Heman se llama en realidad She-ra y no Shila. 

Finalmente fue Shila el nombre al que respondió la perrita, el que  aparece en su cartilla y en su chip. El nombre con el que la conocerán todos aquellos que se crucen en su vida.


SHILA Y LA COMIDA

La perrita Shila tiene muchas debilidades, pero la mayor de ellas es comer. Cuando era pequeña, se vio obligada a competir con sus hermanos y su madre para poder alimentarse, y aquello la ha marcado. Por eso come, como si su estómago no tuviera fin. Sin apenas masticar, es capaz de tragarse o engullir cualquier alimento.

Shila come su pienso como otros perros, pero además ha probado la comida de sus dueños, que le gusta mucho más. También tiene debilidad por las manzanas, el jamón le encanta y no desprecia los dulces.

Para pedir comida, Shila ha aprendido a sentarse y a esperar pacientemente, incluso a dar la pata; todo por conseguir un buen bocado. 
Cuando la mujer de Desi, Mari, está cocinando, Shila empieza a ladrar y se sienta bajo la ventana de la cocina, esperando pacientemente a que algo salga de ella. Al final, siempre consigue alguna cosa como una patata frita o un trozo de tomate.

Con el tiempo ha conseguido un sitio privilegiado en las comidas familiares y, aunque solo le falta sentarse a la mesa, acaba probándolo todo.  
A la hora de comer o de cenar, se impacienta y pide a sus dueños que vayan a la cocina. Llama su atención dándoles con la pata, mostrándose inquieta o incluso empujándoles con suavidad hacia la puerta de la cocina. Cuando la mesa está lista, a Shila no le gusta que vengan invitados a comer; eso le molesta especialmente. En definitiva, comer la vuelve loca y jamás se cansaría de hacerlo. 


SHILA SALE DE PASEO

Shila pasea dos horas al día como mínimo. Desde que Desi se jubiló, tiene más tiempo para pasearla, y ella lo aprovecha al máximo. Durante sus paseos ha vivido muchas aventuras y ha conocido a otros perros. Se lleva bien con la mayoría de ellos. Incluso tiene su propia pandilla, formada por perros únicos como ella. Pero algunos no le gustan porque ladran a sus dueños, y eso la hace enfadarse, o porque se meten con ella y, en vez de jugar, quieren pelear. A Shila le gusta mucho jugar, pero no le gusta que la molesten.


Shila sale a pasear haga frío o calor,  llueva, esté nublado o brille el sol. A pesar de ello, cuando llueve mucho, no le gusta mojarse. Así que Desi y su mujer Mari, le han fabricado un impermeable a medida, hecho con una gran bolsa de plástico. Shila bajo la lluvia se pone su chubasquero y pasea feliz, sin mojarse un pelo.
Para el frío invierno, Desi y Mari, con una chaqueta vieja de su hija, le fabricaron un bonito abrigo a medida, que utiliza para pasear los días más fríos y como pijama para dormir.  

Durante sus paseos, le gusta correr por el campo y recoger piedras y ramas muy grandes con su fuerte dentadura. También tiene algunos juguetes, le encanta que alguien le lance con fuerza el juguete o la piedra bien lejos, para tener que ir corriendo a buscarlos. Cuando Shila juega, parece incansable. 

Shila sabe perfectamente cuál es su hora de salir, y se lo hace saber a Desi, ya sea por la mañana temprano o por la tarde. Se pone nerviosa y empieza a ladrar, pidiéndole a Desi que se ponga la ropa de paseo. Si Mari o cualquier otro miembro de la familia les acompañan, Shila se alegra aún más.
A Shila le gusta mucho pasear, pero sus paseos preferidos sin duda son los que realiza cuando va a cazar.

SHILA VA DE CAZA

Ver correr a Shila por el campo es toda una maravilla. Sin duda ha nacido para ello. Olfatea a todo tipo de animales, sigue el rastro de las perdices y codornices, salta sobre las altas hierbas, buscando presa. Y, cuando está cerca de alguna, se queda quieta como una estatua, lo que en la caza llaman hacer la muestra. Y, hasta que Desi le da la orden con un grito claro: - ¡Vamos!- ella no se mueve. Pero, en el momento en que oye a Desi, salta sobre su presa,  consigue que el pájaro salga de su escondite alzando el vuelo y Desi tenga la oportunidad de darle caza con un tiro certero. 

Cuando Desi acierta el disparo, Shila corre a recoger la presa, pero le cuesta mucho devolverla. Durante años ha desobedecido a Desi, solo la edad ha conseguido calmarla. 

El instinto de Shila por cazar es tan intenso que, cuando ve a Desi preparar la escopeta o la ropa de caza, se vuelve loca. Aunque sea otra persona de la familia la que se vista con el chaleco de caza, Shila se muestra siempre dispuesta a la aventura.

Desi y Shila regresan agotados, después de madrugar, levantándose a las 5 o 6 de la mañana y de pasar dos o tres horas de caza, durante las que caminan sin parar y comparten el almuerzo. Al volver a casa, Shila corre orgullosa ante Mari a mostrarle su trofeo, sus presas. 
Como cazar es agotador, la perrita necesita beber mucha agua. Bebe incluso de los charcos, en los que en ocasiones se baña, y se ensucia de barro. Por lo que,  al volver a casa, Desi no es el único que necesita ducharse, comer y dormir. Aunque, tanto al perro como a su dueño les encanta cazar, tras un día tan intenso, necesitan recuperar fuerzas y descansar. 

SHILA CELEBRÁ LA NAVIDAD




















Llegan las primeras Navidades de Shila. Ya lleva seis meses con su familia y observa cómo pasan cosas extrañas a su alrededor. Todos están felices e inquietos, colocan un árbol en medio del salón, y cambian la decoración de toda la casa. ¿Qué estará pasando?, se pregunta Shila. Le ponen algo en la cabeza, un lacito rojo, y le dicen que está guapa - ¡qué feliz se siente! - y presume de ello ante toda su familia. Le cambian el lacito por un gorro amarillo y, finalmente, por un gorrito rojo y una capa del mismo color. ¡Qué guapa está! No para de escuchar Shila. Jamás se había sentido tan feliz. Por eso, pasea delante de sus dueños para oír más piropos.

Celebra también la Nochevieja. Mientras suenan las doce, le dan una uva por cada campanada, Shila se siente más y más feliz. Incluso recibe regalos, juguetes nuevos. Y así se repetirá cada Navidad que pase junto a su familia. Seguirá oyendo que es guapa, jugarán con ella y la disfrazarán, le darán de comer cosas más ricas de lo habitual y le harán regalos con los que podrá entretenerse.

SHILA VA DE VACACIONES

    A Shila le da mucho miedo viajar. Cuando ve maletas por casa, como es muy lista, sospecha que pronto la meterán en su cajón trasportín  un buen rato y tendrá que ir viendo cómo los coches se le acercan.

    Eso hace que se esconda y evite a toda costa ese viaje. Ya que sabe que, si Desi la encuentra, la cogerá en brazos y la subirá en ese cajón le guste o no. Eso sí, una vez llega a su destino, le encanta estar allí; pero, ¡qué difícil es el trayecto!

La perrita acompaña a Desi y a Mari, principalmente a dos destinos: a Tarragona y a Setiles. En cada lugar tiene la oportunidad de vivir experiencias muy distintas.

Le encanta ir a Tarragona, porque tiene la posibilidad de pasear en un campo repleto de conejos salvajes, así que corre y salta tras ellos. Incluso sueña que los persigue. En este lugar, como hay más campo que en su ciudad habitual, se siente más libre.

Pero su lugar preferido es Setiles, el pueblo de Desi. Es allí donde se siente totalmente libre y en donde sale más a cazar. Pasea por el pueblo con libertad, sin necesidad de ir atada. Cuando desea salir, coge la garrota entre sus dientes y se convierte en la atracción de todos los niños y ancianos que la ven pasar. Visita con frecuencia la laguna del pueblo, se baña en ella, persigue a los patos e incluso asusta a los peces. Pasea alrededor de los pescadores, fijando su vista en sus cubos llenos de peces. Le encanta observar a los peces en las fuentes del pueblo. Sabe perfectamente a qué vecinos visitar para que le den galletas u otros manjares, e incluso en ocasiones, se convierte en un caballo para los niños más pequeños. Pero, a pesar de su simpatía por los vecinos, Shila defiende su territorio y no le gusta que la gente pase alegremente por lo que considera su plaza. 

Está claro que Shila es muy afortunada: no solo tiene una familia, sino la posibilidad de visitar otros lugares y vivir experiencias interesantes en ellos. 


    SHILA CELEBRA SU CUMPLEAÑOS

Se desconoce el día exacto en que nació Shila. Solo se sabe que fue en febrero. Así que Shila celebra junto a su familia un día muy especial, el 17 de junio, el primer día que pisó su casa. Pero no celebra su cumpleaños sola, sino junto a la hija de Desi. Y no celebra que cumple un año más, sino que lleva un año más en su familia.

Al igual que la hija de Desi, Shila recibe algún regalo en este día tan especial. Sus regalos pueden ser desde un juguete nuevo a sus chucherías favoritas o un buen hueso que roer…. Y, aunque solo le falta sentarse a la mesa, cena junto a su familia y siempre come algo de jamón, e incluso prueba el pastel. 


    SHILA VISITA EL VETERINARIO

Durante su vida, Shila se ha enfrentado a distintos problemas de salud: varias cicatrices en su cuerpo, recuerdan algunas de esas batallas.  Pero, por suerte, siempre ha sido una perrita muy fuerte y sana.

La primera vez que visitó al veterinario tenía miedo. No le gustó que la subieran en aquella mesa tan fría y que la observaran y tocaran tanto. Aquella situación no se parecía a los mimos y caricias a las que su familia la tenía acostumbrada. 

Esta visita tan solo iba a ser la primera de muchas otras. Cortes, arañazos y todo tipo de heridas eran frecuentes en una perrita inquieta a la que su instinto cazador la vencía. Esto provocaba que persiguiera y se enfrentara a todo tipo de animales; en especial le encantaba perseguir gatos. Su instinto hacía que olfateara e investigara todo tipo de terreno, que saltara precipicios con gran habilidad  y que corriera por el campo casi sin control.

De manera que más de una vez necesitó gotas para limpiar sus ojos de polvo o curar heridas provocadas por zarzas. Incluso en una ocasión le picó una víbora en la lengua. Entonces Shila salvó su vida gracias a la rápida y eficaz intervención de sus dueños, quienes consiguieron el medicamento que necesitaba,  justo a tiempo.

Shila tiene ya nueve años, vive con la rótula  y los ligamentos de la pata trasera derecha rotos y toma pastillas para fortalecer su musculatura. Recientemente ha sido operada de un bulto en una de sus tetillas. Pero ella sigue con ganas de comer, jugar y correr por el campo. Es una perrita feliz y fuerte, que nunca se rinde. Y muy lista, ya que sabe perfectamente cuándo es necesario que la curen, deja que le pongan gotas o que le desinfecten las heridas. Incluso se toma las pastillas si se las dan escondidas entre chóped. 


    SHILA Y SU FAMILIA

Shila ahora ya forma parte de una familia. Es la mimada de una pequeña familia. 

Resulta difícil creer que cuando Shila llegó tenía miedo de todo lo que le rodeaba, que ni siquiera tenía valor para subir y bajar las escaleras de casa. La hija de Desi la ayudó a enfrentarse y a perder este miedo. Y poco a poco Shila ha ido creciendo y demostrando que es una perrita valiente y fuerte, a pesar de su temor a viajar en el trasportín y de su miedo a los petardos, que se apoderan de ella, haciendo que se esconda en los rincones más remotos de la casa, desde debajo de la cama, hasta llegar a camuflarse entre las plantas. 

Suele dormir la siesta a los pies del sofá y ronca junto a su dueño. También le gusta tumbarse al sol y compite con Mari por un pequeño rayo de calor al medio día. 

Cuando alguien de su familia está enfermo, se tumba muy cerquita para cuidar de él, apoyando su cabeza sobre el brazo del sofá y observando a su persona. No le gusta que ningún miembro de su familia esté mucho en la cama; lo relaciona con una enfermedad. Tampoco le gusta que estén tristes. Por eso, siempre que les nota decaídos, se acerca para consolarlos, les da con la pata o simplemente se aproxima para que la acaricien.  Desde un primer momento, Shila ha ayudado mucho a los miembros de su familia: a Mari a perder su miedo a los perros y a sentirse más acompañada durante la jubilación y la marcha de sus dos hijos de casa, a Desi a superar la pérdida de seres queridos y a tener una amiga inseparable. Además, con ella lleva una vida más sana, caminando todos los días y relacionándose con otras personas que tienen perro. 

Aunque Shila fue la última en ser adoptada, sin duda alguna ha sido la más afortunada de todos sus hermanos. Pues no la adoptaron simplemente para cazar. Cazar es solo algo que necesita hacer por instinto. A Shila la adoptaron para formar parte de una familia. Y ella se siente la perrita más feliz del mundo, ya que es un miembro más de su pequeña, su gran familia.


SHILA DICE ADIOS

Shila se despierta un día más, parece que va a ser un día cualquiera, pero no es así, se despierta en el que va a ser su último día. Tras la operación, la herida no curó bien, el bulto que le extrajeron se reprodujo con mayor fuerza, dejándose ver en el lateral derecho de su lomo. Durante meses ha vivido con cierta normalidad, aunque aquel bulto seguía creciendo de forma silenciosa y menguaba las energías de Shila poco a poco. Al despertarse en este día, la herida estaba abierta y las fuerzas de Shila habían desaparecido casi por completo.
Al descubrirlo, Desi y Mari sienten una gran pena, no saben qué hacer, lo único que tienen claro es que no quieren que Shila sufra. Tras consultar con el veterinario, deciden que lo mejor es sacrificarla. 

Es una decisión muy dura, pero la perrita parece estar rogando que la ayuden con esa carita de pena que le caracteriza. Finalmente Mari y Desi, tras hablar con sus hijos y comunicarles la notica, deciden darle su último viaje a Shila. Se dirijen hasta el veterinario más cercano de Setiles, allí visitan a Shila y confirman lo que todos se temían: no hay nada que hacer. La veterinaria amablemente les explica que primero la dormirán para que no sufran y finalmente le pondrán una inyección que la llevará a un sueño eterno. Pueden elegir si estar con Shila o no, mientras la sedan. Mari prefiere salirse de la sala, y la abandona triste y desconsolada, otro veterinario se acerca preocupándose por ella y comprendiendo la situación. Desi decide acompañar a su amiga hasta el final, y se queda con ella mientras la duermen. Nadie lo sabe, pero necesita tener unos minutos a solas para poder despedirse de ella. Cuando Shila ya está dormida, Desi abandona la sala y abraza fuertemente a Mari. 
Aún queda lo más duro: enterrar el cuerpo de Shila. Este es entregado en una caja cerrada. Mari y Desi suben la cajan en el tractor, en el coche favorito de Shila, y realizan el viaje definitivo, para enterrarla en el monte.
Desi la entierra con delicadeza y entrega, protegiendo el cuerpo de su amiga de cualquier posible ataque de otros animales, como de las aves rapaces,  y cubriendo la tumba con grandes piedras. 
Shila ya descansa en el monte, en el lugar al que siempre ha pertenecido, con el tiempo se fusionará con la tierra, y formará parte de lo que más amaba, del campo. Descansa en su lugar predilecto, en los campos de Setiles.
Nosotros recordaremos con cariño miles de anécdotas sobre ella, recordaremos que tuvo una vida feliz y que nos hizo muy felices compartiendo penas y alegrías a nuestro lado. Shila siempre será recordada como lo que fue, una perra única e irrepetible.


GRACIAS SHILA, POR ESTOS NUEVE AÑOS A NUESTRO LADO.

 SIEMPRE TE TENDREMOS EN NUESTROS CORAZONES 



1 comentario:

  1. Si te ha gustado esta historia, y quieres tener la tuya o la de alguien querido.Hacer un regalo personal y original, de esos que no se olvidan.
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